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Anouk me importa

- x - El médico

- x -  El médico

Enol está leyendo algo que creo recordar Nora leyó hace algunos años. Y hará no muchos minutos (ahora son las diez y media) me dice que se va a la cama porque 'El médico' de Noah Gordon le espera y también me dice que este libro le ha enganchado el alma. ¡Qué envidia! Yo no me estaba mostrando muy comunicativa así que lo agredecí. Había abierto y cerrado la pantalla del ordenador un montón de veces durante la última media hora. Quería saludarlo y no quería siquiera. La regla me ha venido esta tarde y aún sigo conectada en el portátil a pesar de que no tengo excusa: mi hermano arregló el otro. Llevábamos unos diez meses sin hablarnos, el día de reyes haría el año... pero él buscó la manera de comprometerme y como después de todo es mi hermano, me dejé corchar... Se presentó aquí con su novia el martes por la mañana. Minutos antes de que lo hiciera me empecé a poner malísima y llamé a la casa de mi madre para avisar de que tenía que meterme en la cama y dejarle recado a él de que no viniera (habíamos quedado) y en ese momento sonó el timbre de la puerta de la calle. No me lo podía creer. Él sabe como soy y se presentó con ella en mi casa sin que yo la invitara. Nadie, ni mi madre, ni mi abuela están invitadas y por eso no entran aquí desde hace años pero tú eso creo que ya lo sabes. Y lo que mi madre no puede creerse es que me comportara como una persona y les dejara pasar. ¿Y qué querías que hiciera?, ¿causarle un daño irreparable, a ella, como el que me causó a mí la madre de mi marido?.

- Tenemos que pedirte un favor. -me dijo él dándole un codazo a la novia para que hablase

Yo me había sentado frente a esta pantalla y no les había invitado ni a tomar asiento. Me sentía pálida, muy pálida y las ganas de vomitar me cursaron aviso de recibo en el estómago. Somatizo, no muy amenudo pero a veces lo hago. Desvalimiento. Temblor de piernas. Impotencia. ¡Ay dios mío!. ¿Y esta vez que iría a escuchar?. 'Tenéis que perdonarme pero me encuentro muy enferma' -les anuncio ¿ Y qué es lo que puedo hacer por vosotros?'.

- Es que tenemos problemas con una prima mía y ... -dijo esa chica que parece haber nacido sólo para cargar con todo tipo de cruces en la vida

- Necesitamos que grabes tu voz en un mensaje en este contestador -terminó él por ella.

Y yo no entendía nada pero tampoco sabía si querría entenderlo. ¡Qué asco!. Increíble. Mi hermano siempre igual. Metido en toda clase de líos sucios.

En eso comienza a sonar mi teléfono. Es mi madre para decirme que le ha sido imposible localizar a mi hermano y él me hace gestos para que no le diga que está aquí. Y la nausea se abre paso por el esófago y me sube hasta la faringe. ¿Por qué demonios todo el mundo pretende de mí el silencio y la mentira?

Al final no he vomitado, y él ha se ha marchado con el telescopio que me regaló mi padre. Y eso era en exclusiva para lo que le esperaba, para que no tuviera que envidiarme nada y me dejase en paz. Pero antes de echarlos (les dije eso que me sentía tan indispuesta que no me quedaba otro remedio que el de pedirles que se fueran)he aceptado grabarles mi voz: 'Hola este es el contestador del número 626643504, así que si quieres ponerte en contacto con Anais déjame tu mensaje'.

- ¿Y quién se supone que soy yo? -le pregunto a ella.

Y la joven hormonada que tengo delante, mientras yo sigo palideciendo y ella sigue al margen por completo a la conciencia del motivo real de mi malestar, comienza a narrarme una historia truculenta y él hace el último viaje al coche con el trípode.

Resulta que su prima se quejaba del marido. Les decía que era un cabrón y que si se la pegaba con otra, y que si había comprado una botella de Champagne, y que si esto y lo de más allá... y un día ellos le vieron (estoy por asegurar que le siguieron a propósito, que le espiaron) e iban además en compañía de esa 'hijadeputa' que debe ser la futura suegra de mi hermano y le vieron con otra mujer besándose o no (lo habrían visto aunque fuera falso, sólo por que les gusta regodearse en el sufrimiento ajeno) y se presentaron en la casa de la prima cornuda para decírselo, que resulta que en el fondo no quería saber nada y la prima cornuda se puso como loca y les echó a ellos la culpa de sus problemas y desde entonces les deja mensajes insultantes en el contestador donde sonaba una canción se Sabina hasta que yo aparqué en él mi voz

Cuernos, cuernos, cuernos,
siempre tan modernos,
cuernos, cuernos, cuernos,
es la solución
pon un par de cuernos
a tu depresión.


Y he tenido que seguir enterándome de sus sordidas historias hasta que he dicho 'Basta. No quiero saber más'. Da igual lo que sea: juicios, palizas, chantajes, pinchar ruedas, robar, delatar, enviar anónimos, destrozar cabinas telefónicas... porque tengo un hermano que es un desgraciado y siempre será un desgraciado y hará desgraciado a cualquiera que le rodee y ni yo ni nadie puede hacer nada por evitarlo. Y cuando he cerrado la puerta tras ellos, he bajado la persiana para no verme ni las manos de lo pálidas que las tenía. Y así a oscuras, como ahora, sólo con la luz de fondo de esta pantalla he marcado de nuevo el número de teléfono de mi madre y creo que he llorado.

Y hoy Enol no ha querido hablarme sobre el sufrimiento de otras personas supongo que para evitar que yo lo escriba aquí.

- vii - El espejo

- vii -   El espejo

Conocí a Luis justo después de conocer a Ramón porque creo que se llamaba Ramón aquel taxista que nos recogió a mí y a mi 'baúl' a las siete y media de la mañana y nos depositó en la estación de autobuses.

(* omito la historia del taxista, al menos de momento...)

Y viajamos solos (bueno, con mis chicos) durante los primeros ochenta kilómetros. Luego, en esa tercera parada que hacemos se incorpora una mujer viuda con su gente y continuamos trayecto hasta recoger a la que sería mi jefa directa y su hijo. Primera decepción: no sería ese Luis al que acababa de conocer, quién iba a permanecer con nosotros durante los diez días de vacaciones como compañero mío sino 'A'. Luis era guapo, alto, moreno, muy sexy , joven, e hilarante. No podías dejar de reirte con él ni un minuto. Un tío de esos con gracia, con auténtica gracia. Y 'A' era ... vamos que 'A' no tenía nada que ver con Luis desde luego y además resultó ser una cruz. Con los últimos vinos, diez días más tarde, me confesó que no tenía relaciones sexuales con su mujer. O sea, que como yo con mi marido sólo que al revés, y con la diferencia de que mi marido no necesita pagarle por ello a ninguna prostituta

Con Luis viajé los primeros doscientos kilómetros y luego me invitaron 'amablemente' a subirme a la furgoneta de 'A'. Lo de amablemente es un decir, por supuesto, porque con 'S' todas las obligaciones se formulaban, en principio, de una manera amable

(* omito hablarte de esos diez días, al menos de momento...)

Lo cierto es que yo no soy ninguna calientapollas, se pensara allí lo que se pensase acerca de ello. Soy sólo alguien que elige o rechaza, y después de tantos sin sabores y de tanta abstinencia elegida cuando 'A' y yo le encontramos por las calles del pequeño pueblo, perdido al volante y en busca del colegio en el que había transcurrido nuestra estancia... decidí que sería esa misma noche y que sería con él.

Iniciamos la andadura después de comer, sobre la una y media de la tarde. Yo me había tomado dos albariños: uno con 'A' que fue dónde me largó todas sus confidencias sexuales y otro durante la comida que yo pasé diciendo: 'menos mal que nos vamos porque sino menudo marrón que se me cae a mí encima con el pavo este'; así que entre eso y los casi cuarenta grados de temperatura que padecíamos, un sopor desconocido me hizo ir dando cabezadas durante los primeros 200 kilómetros de regreso. Aclaro que ni de niña lograron que me durmiera una mala siesta.

Y llegamos a la parada del camino. Los conductores tienen que detenerse a descansar cada 'equis' horas o kilómetros y ahí es dónde nosotros inciamos el contacto y yo observo como 'A' y él se tratan como viejos conocidos. Así que es mi hombre, sin duda, y en ese polvo más que disfrutar solamente, lo que pretendo de paso es hacerles morder el polvo a todos esos capullos integrales que he tenido que soportar durante los últimos diez días. O sea joder dos veces, una siendo jodida y otra jodiendo. ¿Qué pasa que no se iba a correr la voz?. 'Mira tú quién fue, al final, el que se tiró a la monitora. ¿No decíais que no había manera?'. ¡Uhm!, paladeaba de antemano ese mi momento de gloria, que imaginaba, y la cara de gilipollas que se le iba a quedar a más de uno por payaso.

Y apenas contaba para seducirle con los últimos ochenta kilómetros en los que nos quedaríamos de nuevo solos (bueno, solos del todo no, con mi chicos)... aunque si había retenciones, cosa por otro lado bastante probable, estaríamos hablando de un intervalo de entre dos y dos horas y media. Y lo que yo quería era resultar insinuante, apetecible, no una mujer casada más y tan desesperada como de aquellas de las que él me venía hablando desde hacía un buen rato. Mujeres que asisten a bodas con sus esposos, y sus perfumes y afeites y trajes horteras y caros, unas iguales que otras, indistinguibles, todas iguales, nacidas e invividas en aldeas locales y comarcales y que siempre acababan follando con él en los asientos de atrás del autobús, mientras el marido las cree en el baño con una amiga que se ha puesto indispuesta o vomitando.

- ¿Qué es lo más extraño que te ha sucedido nunca? -le pregunto

- ¡Uf!. Tantas cosas, de todo... pero te cuento lo último, ¿vale?

- Claro, lo que quieras. A mí todo me está resultando muy interesante - le digo sin tratar de ocultar mi edad.

Luis tiene 30 años, y no podrá viajar nunca con transportes escolares, hubo una chica de 15 que después de meterse en su cama una noche le denunció y por eso me dice que ahora le gustan más las maduras: '¿Saben lo que quieren y lo que buscan?'. Claro, yo lo sé: quiero que me pida mi teléfono y no tener que ofrecérselo porque lo que busco es pasar esa misma noche con él. Tengo hambre. Tengo hambre de hombre y ha sido él quién me la ha despertado.

Y Luis no lo entiende, no es capaz de explicarse, porqué motivo ella le denunció pero dice que en el fondo no aprende porque el sábado pasado un chico, integrante de una pareja de adolescentes, le suplicó que les dejase entrar al interior del autobús a ocupar sus asientos mientras la orquesta del baile tocaba pasodobles. Sólo querían estar un rato a solas y él me cuenta que le dieron con la fibra sensible y que por eso les abrió las puertas y les dejó pasar aunque él no podía irse, no, no, ¿cómo iba a dejarles a los dos solos en el autobús?. '¡Joer!.No sé, ¿para que me lo arrancasen, por ejemplo?, y mira tú qué gracia'. Y por eso desde el espejo pudo verlo todo, como primero se pusieron cariñosos, y cómo pronto se fueron calentando y cómo luego la chica mientras su novio le comía el coño estaba gozándola y fue poniéndose más y más cachonda y como, por eso mismo, acabaron follando delante de él, sin importarles que él les viera o tal vez por eso mismo más excitados. Y es que los chicos de ahora están acostumbrados a follar en cualquier parte. Y a mí me gusta este Luis que va contándome esas cosas suyas con esa naturalidad y que no presume de nada, ni de culto, ni de listo, ni de aséptico, ni de borracho. Y yo pienso en ti, sólo en ti como acostumbro y en lo muchísimo que te he estado echando de menos, desde que otra vez nos alejamos..., y en mí, en lo muchísimo que me gustaría follarme a Luis sólo para que tú lo vieras aunque fuera tal día como hoy, un día cualquiera, por este espejo mágico: un espejo como los de esos cuentos con malévolas madrastras. 'Dime espejito mío. Dime espejito de oro: ¿quién es la más perversa de todos lo contornos'. Y sólo por eso sé que me lo follaré, que voy a follármelo exclusivamente para después contártelo a ti con pelos y señales y que te jodas y que te guste y que por eso sufras, y me condenes y que a la vez te de morbo... pero lo yo ni siquiera sospecho entonces es que esta vez te lo voy a contar directamente y mirándote a los ojos

- viii - definiendo un sentimiento

- viii -  definiendo un sentimiento

Nunca revele sus contraseñas o números de tarjetas de crédito en una conversación de mensajes instantáneos.


Aimée: Estaba hablando con mi madre... dejo la actividad. ¿Qué creías que pasaba?

(Sobre las tres de la tarde recibo uno de esos sucintos mensajes suyos. Mi marido acaba de recogerme y me dirijo con él a un centro comercial. Le contesto de inmediato. No he sentido que tuviera que guardar silencio en un momento así. 'No, ¿por qué?. Estoy con Clint'. Me gustan sus mensajes. Me gusta que la alarma comience a sonar con la urgencia o la emergencia de una ambulancia, y que las sístoles o las diástoles se me disparen)

Enol: pues en realidad no creía nada, pero no sé por que me pareció ayer al leer tu página

Aimée: ¿qué página?

(Y él me dice que la nuestra)

Enol: he estado leyendo tus ultimos escritos, y las conversaciones publicadas

Aimée: Ya, es que el otro día estaba borracha... ¿Y soy horrible?

Enol: por qué?

Aimée: No sé, me da la sensación de que no salgo nada bien parada en esas conversaciones

Enol: son apreciaciones tuyas, sólo eso

(y no sé bien lo que quiere decir, tendría que habérselo preguntado)

Aimée: Pero hoy he tenido otro encontronazo con la realidad

Enol: cuéntame

Aimée: Pues me gustaba el trabajo deportivo con discapacitados intelectuales pero ya el año pasado mi compañero lo dejó todo en mis manos. Él cobraba y yo le hacía todo el trabajo. No me importaba eso. Lo que me importaba era tener que pensar por él. Bueno el caso es que él abandonó y yo creía que buscarían a alguien cualificado pero no apareció nadie. Sólo dos chicas y una sin idea alguna de educación física. Me dieron a elegir con quién quería trabajar y yo prefería la otra... más abierta... profesora de aeróbic. Era algo...

Enol: algo te he leido

Aimée: Bueno hoy ha sido mi primera tarde con ella. No había chicos y la llevé al parque. Luego se quedó allí conmigo y conoció a Anouk. No le gustó la manera en que yo me planteo la relación con Anouk. Ella lo sabrá todo de dinámicas pero yo no voy a cambiar mi dinámica de relación sólo porque ella esté, así que me comporté como siempre y más o menos me dijo que no le parecía lógico el trato que yo le doy a Anouk y que nuestras cosas tenían que ser privadas. Así que le dije que me parecía muy bien pero ... hasta que no llamé a la presidenta y le dije a ella: 'mira... cuando os dé por el saco... siempre contais conmigo', no me quedé tranquila. No pienso trabajar a sus ordenes

Enol: pues muy bien.. y ahora ya estas mejor?

Aimée: oh sí, liberada. Me estaba agobiando mucho y la verdad es que para que una persona que no esté capacitada cobre por ello, mejor cobro yo que soy quién sacó la actividad adelante todo el año pasado. Clint me da mucha caña con eso. Lógico

Enol: sigue sospechando , o tiene la certeza?

Aimée: No ha vuelto a saber de ti. Esto es un portátil. Es privado. Y ahora mismo ya no tiene manera de saber si tengo una página

Enol: ¿qué tal Nora?

Aimée: Pues bien y mal. El viernes quería vivir una aventura contigo en un hotel... repetir lo que yo hice con Madrid

Enol: ¿y eso?

Aimée: Pues ya te lo dije... yo conozco todos sus deseos... los sospecho (un guiño cómplice) pero era más grave de lo que creía. Estaba pensando en una historia de amor

(en vivir una historia de amor con él)

Enol: ¡jooooder¡¡

Aimée: y o yo te tengo muy mal encuadrado o tú no eres de esos

Enol: ni de coña, ese espacio está mas que cubierto

Aimée: Ya... por eso fui bastante sincera con ella... fantasías de mujer creo que sí... sueños rotos de adolescente me parece que no. Pero quería follar contigo a toda costa

(y no le dije a él lo más increíble, y eso es que me aseguró que si él le gustaba lo bastante, ella también estaría dispuesta a follarse a su mujer)

Enol: mejor que lo deje hasta que tenga las cosas claras

Aimée: Decía que eras el sueño de toda mujer, el hombre que 'una' querría para su primera vez

Enol: la pesadilla

Aimée: ya, ya, le dije yo... por eso yo me enamoré de él cuando era joven. ¿Qué pesadilla?

Enol: yo

Aimée: ¿tú? ¿pesadilla?

Enol: no sé... mas que sueño... supongo y ah, el inglés no lo domino

Aimée: Sí, lo que escribió hablaba de ti. ¿Entonces es una moda? (otro guiño cómplice, lo prefiero a sonrojarme)

Enol: sólo lo incorporo a una conversacion pero tampoco es por modismo

Aimée: Bueno, está muy bien. ¿Te importa que exprese lo que pienso?: ¡oye barbas, tengo ganas de besarte!

Enol: pues me alegro de ello

Aimée: No me has contestado... ¿te enfada que exprese todo lo que se me pasa por la cabeza?. ¿Te molesta?

Enol: a mí no, por supuesto

Aimée: ¿Y a quién sí entonces?

Enol: ah no sé

Aimée: Nora decía que se había pasado toda la tarde noche después de hablar contigo en el limbo, azorada

Enol;: pues no sé chica... no sé que decir a eso

Aimé: yo sí... sólo le provocaste emociones, pero emociones reales o semi reales... la voz, la intención... fueron muchos estímulos desconocidos a un tiempo... sus fotos, su propia belleza

Enol: pues me alegro entonces

Aimée: Y estaba genial si no le hubiera entrado miedo antes de tiempo. Me pidió que yo saliera de la historia. Y que no pasa nada...

Enol: no tiene ningún derecho a pedir eso

Aimée: ... que yo salgo a dónde haya que salir

Aimée: ya... eso también pero fíjate

Enol: yo no cuento o qué?

Aimée: si me lo pide antes siquiera de conocerte... eso qué indica

Enol: que no está con los pies en el suelo, que te teme, que te envidia, que te emula

Aimée: ¿tantas cosas?, por dios, ni yo soy capaz de decir tantas (sonrisa) y eso que sufro de verborrea. Bueno, es todo más rápido de lo que yo creía pero el balance es muy favorable

Enol: de todas formas me gustaría follar con ella

Aimée: ¡oh, follarás!. Si quieres follar follarás. Si la verdad es que estoy asombrada de lo sencillo que ha sido; casi tengo envidia de no ser tan seducible... yo no lo era ni con dieciseis. Me violaron pero tuvieron que violarme

Enol: y ahora lo necesitas?, que te violen

Aimée: No, ahora me gusta hacer el amor. No me gusta follar. Me gusta hacer el amor y yo sé hacerlo... que no quiere decir amor

Enol: hay espacio para todo

Aimée: Mis sentimientos me pertenecen... yo estoy cargada de ellos. No necesito los de nadie, aunque no les hago ascos si el otro me gusta. Una de las cosas que me hundió de aquel trío fueron los sentimientos...

Enol: tienes algun sentimiento definido conmigo?

Aimée dice: sí sí, tengo un sentimiento de estar muy muy agusto contigo desde aquella primera vez y al margen de la atracción sexual

Enol: confortabilidad?, jajajajajaja

Aimée: no sé, sólo sé que me encanta

Enol: pues bueno, pues vale, pues me alegro

Aimée: anda y yo... ¿tú sabes lo difícil que es para mí sentir eso?. Cuando estuve con el conductor, que por cierto lo llamamos la otra noche cuando estábamos borrachas. ¡Qué fuerte!. Eso sí que fue fuerte pero cuando estaba con el conductor, el tío follaba de puta madre, muy sexy... ¡wuah! y muy simpático. Te partías con él. Pues nada más empezar se puso a comerme el coño y me abrí mucho pero cuando terminó, me entró ese frío que me entra y me lo quité de encima... pero al segundo y es que ni le hablé y me fui sin mirarle y no me dio ni pena. Es que no soporto quedarme después con nadie, ni un segundo

Enol: eso me pasa a mí

Aimée: ya, es lo que pasa con el sólo sexo. Lo que suele pasar. No quiero eso y por eso mismo te decía que no tomo todo lo que podría... porque me jode en el alma sentir esa frialdad

Enol: seré tu estufita

Aimée: ahora te cogería la cara y te besaría muy despacito pero sin cerrar los ojos, riendo

Aimée: sentí que de alguna manera te entendías conmigo y cuando se fue la sensación... nos fuimos. Fue algo mutuo me parece

Enol: fue

Aimée: ¿sabes?, una vez en Laredo, por la mañana en el muelle, me ofreciste que me fuera contigo a dar una vuelta. Me di de cabezazos durante años por ser tan tonta. No me habría casado con nadie, con nadie hasta que volviera a sentir lo mismo. ¡ojo!, que no digo que me arrepienta, sólo digo que era tonta, como Nora, como Nora todavía

Enol: ¡Ay Nora Nora!

Aimée: cuéntame

Enol: qué haremos con esta chiquilla?

Aimée: Nada nos tomamos unas cervezas una tarde y te la follas. El otro día nos queríamos tirar a medias al dueño del pub

Enol: y?

Aimée: pues que estaba su novia y me vio mirarle y a él mirarme y ... es un rollo. No me gusta hacer daño, así que en aquel momento se acabó la movida, postergada, sólo postergada. Son dos gemelos

(Sí, es que el viernes Nora y yo quedamos frente a correos a las seis y media. Venía sola con Yago porque a Sandra la había dejado en casa, castigada y había una tensión insoportable entre nosotras hasta que delante de la primera de las Grimbergen tostada comencé a sincerarme con mi amiga. Así fue como me quejé de cosas que había mantenido aquí ocultas durante meses: la falta de apoyo emocional que ella supone para mí, las letenías sordas de las sobremesas al teléfono, siempre al teléfono para contarme y recontarme los problemas de su hermana y de su hermano y del sobrino y de la cuñada, cosas que no son de mi incumbencia y ni siquiera de la suya y sobre todo el lamento constante: 'A mi vida no le ocurre nada. Me aburro', y la separación de su mundo del mío. Aunque eso no era una queja, era una matización. Si yo podía comprenderlo, en su caso, y respetarlo porque ella no era capaz y sólo era porque no lo veía, como siempre, y decía que aquellas eran las primeras noticias que yo le daba acerca de ello... 'Pero si te pones cardiaca cada vez que alguno de los de tu familia se aproxima al hospital y ya no te cuento tu marido'. 'Sí, pero ellos son distintos. Tengo mis razones. Tú eres diferente. No me avergüenzo de ti'. 'Va Nora, puede que no conscientemente pero si que lo haces; o eso, o tienes miedo'. Y no sé cuantas cervezas llevaríamos ¿dos?, ¿tres?, ¿la cuarta? cuando llegó 'N', el gemelo más guapo y el más sexy. Los cruces de miradas y sonrisas eran intensos, más procaces, y yo hasta esa tarde no le había visto mirarla a ella, a Nora, como si la respetase demasiado tal vez por ser madre. Yago es pequeño y 'N' no parece mal chico. Pero cuando lo observo se lo comento a Nora, ¿y por qué no?. '¡Vayamos a medias!'. Y a Nora no le disgusta la idea, y el otro gemelo creo que ha captado algo, un hilo de la historia y me temo que está dispuesto a tirar del tupido velo para descorrerlo pero a mí 'P' no me excita. A Nora le cuesta distinguirlos pero yo lo que miro es a dos hombres muy desiguales. Así que decidido... vamos a caminar esa senda y yo profundizo un poco más dentro de sus ojos, de los de 'N', lo intento pero en ese instante, donde él me corresponde, es cuando me fijo en que 'P', la novia de 'N' nos observa desde el otro extremo de la barra y sufre. Y como sólo la he visto por el rabillo del ojo y ella no sabe en realidad que la he visto me da el tiempo justo de comentárselo a Nora y de cambiarme de sitio bruscamente para quedarme de espaldas a 'N'. Luego, quince minutos o veinte más tarde sé que eso a él le ha dolido, aunque le haya dolido sólo por no ser capaz de entenderlo. Y cuando se ha ido yo me quedado con ganas de explicarle más de una cosa...)

Enol: y conmigo ... qué planes tenéis?

Aimée: No, yo contigo no tengo planes

Enol: ni yo los tengo

Aimée: Nada, he recuperado un amigo. Estoy contenta con eso

Enol: eso está muy bien

Aimée: Los amigos pueden sobrevivir al frío

Enol: pueden sobrevivir a todo

Aimée: Pues eso, quiero que seas mi amigo

Enol: lo soy

Aimée: y me comportaré contigo como una amiga para que no tengas que tratarme de otra manera

Enol: te tratare como a una reina¡¡¡

(Claro, que depende de qué reina... porque no es lo mismo la reina de corazones, que la de picas y si no que se lo pregunten a Alicia... ¿reinas como naipes franceses?, ¿o como esas cupletistas venidas a menos de las que hablaba Rosa Montero en su trama de soledades y vulnerabilidad?)

Aimée: ... y también quiero follar contigo cuando tú lo decidas

Enol: el lunes que viene?

Aimée: Sí

Enol: pues eso

Aimée: bueno... y si me viene la regla?

Enol: pues lo dejamos para mas adelante y no pasa nada

Aimée: vale

Enol: o quieres pasarle la vez a tu amiga?

Aimée: Y si me viene ese mismo día... porque lo mío es así... no alteraré ningún plan... ? (estaba escribiendo)... No me importaría (añado). ¿Me dejas mirar?

Enol: Como quieras. ¿Dónde podría ser eso?

Aimée: No lo sé. ¿Quieres que te busque yo?

Enol: Está bien

Aimée: ¿Voy a verte?

Enol: Ya hablaremos

Aimée: Yo no tengo ni idea de esas cosas... soy una chica de asiento de atrás o de asiento de atras de autobús o de... capó de coche

Enol: hay un hostal aquí que está muy bien y discretito

Aimée: Cualquier sitio estará bien

Enol: lo dicho , ya hablaremos

Aimée: ¿Pero un día podemos follar en la barra de un bar?

Enol: si quieres traer refuerzos... y en el estanque de los patos..

Aimée: Voy a contestarte lo que me dijo ella... la primera vez te quiero para mí sola... no sé si será la única... tengo que disfrutarla. Bueno, ella no dijo todo eso

Enol: jajaja, ok. Bueno princesa, me marcho. Nos vemos prontito

Aimée: Cuídate (sonrisa)

Enol: igual

- vi - Coños y pompas de jabón

- vi -  Coños y pompas de jabón

Yo ya he mandado mis ansias de verte por delante, como la avanzadilla de una tropa (en realidad no las he enviado, se me escapan y si no se me amotinarían) pero Llego al paso de cebra y me detengo. El individuo que hay a mi lado es ese hombre que se ha pasado meses persiguiéndome. Ya no me dirá nada. No buscará nada en mí. Torcerá la cara incluso deseando que yo sea mentira y todo lo que ha sucedido entre nosotros un accidente lamentable. Sé que he herido sus sentimientos a propósito y me pregunto por qué son necesarios los enfrentamientos para que te dejen en paz de 'una puta vez' pero lo son, siempre lo son. Mi derecho es estar sola, poder estar sola, elegir estar sola. ¿Por qué no lo entiendes sin necesidad de que me pelee contigo, de que tenga que enfadarme o enfadarte?. No hay nada más que entender de mí, sólo eso, así de simple: para mí la vida es un combate y es una soledad elegida y la vez rechazada. Y esto no creas que te lo digo a ti, porque de alguna manera sé que tú me lo has entendido todo desde el primer segundo, sin necesidad de que existieran las palabras. Las palabras vinieron luego, después, con el paso de los años destinadas a no ser nada, sólo útiles de escapar: o condenadas a ir por delante como mis ansias de verte pero sólo te veo cuando cruzo por la cebra del asfalto y ya piso el parque... así que dan igual las ganas y las palabras. Lo demás es ese silencio tan esperado, la intimidad del silencio. Miradas y silencio lo más aproximado a la felicidad. Viviría así, alimentándome sólo de eso y dejando escapar mi vacío existencial en forma de suspiros o de estas pompas de jabón que otros llaman letras pero para mí sólo son eso, útiles de escapar y la libertad de ser sólo eso: exactamente nada pero también útiles de seguir regulando la válvula de la presión. Antes implotaba y eso me estaba matando ahora si acaso exploto cómodamente y la presión de mi vacío (o de mis reacciones termodinámicas, vete tú a saber por que lo mío no es la física, pero eso tú ya lo sabes...) no me mata.

Otra buena aproximación a la felicidad: caricias y silencio, el mío porque a él sólo sé que me gustaba escucharle aunque ni siquiera pueda recordar con exactitud lo que decía; o más bien no quiera hacerlo, no quiero abrir los oídos a las mentiras... Ahora escribo sobre Enol y no sobre nosotros, contigo tengo miedo es cierto. Todo de ti y en ti me lo provoca y supongo que también lo entiendes porque tal vez sientas por mí algo semejante o incluso, con un poco de suerte, lo mismo. Y antes de Anouk eso no importaba, las consecuencias del placer... pero después de Anouk, sólo importa Anouk, lo que siento cuando ella me habla y nos abrazamos. Y no hacerle daño. No ser capaz de hacérselo, aunque tal cosa, desde luego, no resulte tan sencilla.

De lo que no soy capaz es de ver coños en los cuadros de Miró. Di tú que tampoco me importa gran cosa. Es que esta mañana eso ha sido lo primero que he leído, que Miro pintaba coños en sus cuadros y me ha dado curiosidad y por eso los he buscado pero Miro jamás me ha llamado la atención, así que sus coños de estar presentes sería difícil que lo hicieran. El arte como arte, como concepto tampoco me importa, me importa el arte como sentimiento, como me importa casi todo, un comino. Por eso me gustan los coños de Delvaux, porque yacen ahí reposados en ese mundo surrealista que no se parece a ningún otro mundo más que al de las pesadillas y al de los jardínes botánicos, coños no rasurados, lo mismo que el mío, coños que no me tengo que imaginar que son coños, y que miro esperando, sólo esperando, coños entre puertas que se abren a espacios infinitos con luces de mármol azul pálido y no digo que esos coños esperen por nada, ya sé que son coños de maniquí porque eso dicen que pintaba Delvaux. En realidad a mi Delvaux me gusta por uno sólo de sus cuadros o tal vez dos, como mucho. No te digo aquí cuales. Pero basta sólo eso, que por algo le haya tomado ''simpatía'' para que casi todo lo suyo me guste, aunque haya cosas en sus pinturas, la mayoría, que me resulten horribles. Mi pelo también lo es, ¿y qué?, pero es el mío. Una vez cuando era casi una niña conocí a un pintor, un tal Astuy que estaba empeñado en pintarme y me decía: 'si no fuera por ese pelo... es como si tus rasgos pidieran a gritos otro'. Pues que se quejen pero ese pelo era yo, así de simple. Y uno se gusta como es o no, y también eso es así de simple. Y lo demás sólo lo racionalizas...

-iv- Quise...

-iv-    Quise...

Quise regalarle mis deambulares nocturnos de otoño en brazos de otro hombre y los paseos de invierno por las marinas brumosas en compañía de mi amiga y el azote del viento sobre mi piel y mi pelo en el acantilado, esta vez bajo el condenado sol... quise que supiera que hablábamos de él, que todo el maldito tiempo hablábamos de él incluso cuando los problemas personales de ella no nos lo permitían... porque yo sólo iba pensando en él, aunque no fuera sola: quise que en el fondo comprendiera que no habían existido las horas muertas o los años muertos dónde él no me había acompañado, las separaciones ... quise que supiera que se había quedado conmigo de cuerpo presente hasta en la ausencia más corta, la más cercana y ya no te cuento cuando sucedió aquella gelidez devastadora y yo no hacía más que llorarle, calladamente o a gritos pero llorarle... Y quise regalarle un amanecer de lluvia, la frescura de un riachuelo en los labios, las sonrisas de las lunas llenas o mediadas y los crepúsculos y lo que eran los besos y los abrazos infantiles de ella para mí, sus enriquecedoras palabras ... olas meridianas batiéndose sobre un cuerpo desnudo... mi deseo... meridiana claridad, unos pasos... y quise, más que nada, que lo que existiera fuera lo menos malo posible, ya que iba a regalárselo... así que apliqué mi mejor voluntad en ello, y hasta la integridad de la que carecía... y ahora entiendo que todo lo hacía y todo lo vivía porque un día tenía previsto abrir con valor una puerta para decirle: '''Mira, esto es todo lo que yo soy y estoy desnuda frente a ti. No vayas hacerme daño ahora, por favor'''

¿Y de qué dependo?. Es terrible pero de que primero él hubiera visto abrirse esa puerta y yo no fuera un fantasma, y luego de que se atreva a cruzarla o por lo menos no la cierre o si la cierra, la allegue sin terminar de cerrarla..Y es terrible porque estoy tan loca que ayer noche y con mi cabeza sobre la almohada sentí otra vez como él me llamaba... su voz


...

-iii- 'A ti que te lo haces'

-iii-    'A ti que te lo haces'

Abro la cartera y busco esa nota. Me la encontré en el interior de uno de mis primeros diarios:

'Hay una canción extra que no tiene que ver con el resto, aunque no el sonido no es muy bueno, quiero que escuches la letra, en ella se refleja lo que tú eres para mí y cuando sueño, lo que me gustaría que tú me pudieras dar algún día'

Entonces Anouk debía de tener unos seis años cuando yo me tiré de aquel coche, practicamente en marcha y te perseguí por las calles hasta que te alcancé y grité tu nombre. ¿Recuerdas la desesperación con la que llamaba a los timbres de todos los portales y empujaba las puertas porque no lograba que nadie nos las abriera?. Y tú me decías: 'Ya hablaré contigo. Deja que pasen estos días, por dios. No sé si esta tarde mi mujer me va a llevar al juzgado'.

- ¡ABRÁZAME!. Abrázame sólo. Sólo te pido eso.

- ¿Pero estás loca?. Son las tres de la tarde y cualquiera puede vernos.

Y era cierto nos habíamos detenido frente a la iglesia mayor, en una de las plazas más públicas y menos sombrías de la ciudad y lo único que logré fue arrancarte el título de un trabajo de Joaquín Sabina 'Mentiras Piadosas', dijiste.

(Y a continuación: 'Todo te va'. 'Todo te va', repetías sólo como si hablaras contigo y mirándome de aquella manera demente que yo jamás olvidaré)

- ¿Y cómo voy a descubrir qué canción es?

- Son sólo frases sueltas pero todas te van. Lo sabrás pero dame tiempo para arreglar lo mío y hablaremos, de verdad.

- ¡Arréglalo!. ¿Lo harás?.

Y tú me prometiste que sí, que tratarías de arreglarlo con Nuria y yo aquella tarde me metí en la primera tienda de discos que encontré abierta y les pedí que me dejaran escuchar el L.P entero y fue cierto, cuando la escuché lo supe, comprendí que era lo que tú más necesitabas de mí...

'A ti que te lo haces
de baile de disfraces cada día

A ti que te lo montas
de niña tonta en medio de una orgía

A ti que me has ganado
con un naipe marcado la partida

A ti que te has colado
en el coto privado de mi vida

A ti que aún no sabes los besos
que te caben en la boca

A ti que has comprendido
que a veces el olvido se equivoca

A ti que has preferido
vivir como si nada fuera eterno

A ti que has compartido
conmigo una almohada en el infierno

A ti que has decidido no prestar atención
a frases del tipo: 'ese menda va a ser tu ruina'
A ti que has detenido con un beso el reloj
A ti que me enfermas, a ti que eres
mi envenenada medicina

A ti que vas de prisa
por miedo a que la risa se marchite

A ti que te diviertes
jugando con la muerte al escondite

A ti que has levantado
el árbol de tu nido en mi tejado

A ti que has dirigido
la flecha de cupido a mi costado

(...)'


.

- ii- Y él también me importa

- ii-  Y él  también me importa

Delante de mí hay una esquela que fue arrancada de una pared el viernes noche. Dice: LA SEÑORA Dª Mª Jesús Pérez del Busto (CHUS) falleció en ....... el día 28 de septiembre de 2004 a LOS 46 AÑOS DE EDAD. Luego, cuando me encontré a aquellos tipos, olvidé que la había guardado en mi bolso y más tarde cuando me senté aquí delante fue cuando le escribí a ella que hablaba sobre la necesidad de la muerte unas palabras sobre la muerte:


'Yo no mataría a mi madre porque no la quiero lo bastante pero si mataría a mi abuela si llega un día en que no nos reímos tanto como nos reímos... y nos reímos de lo mucho que se escandaliza por las cosas que pienso hacer y escribo. O el día que no lloremos o que deje de sufrir por mí y yo ya sólo sufra por ella. La mataría porque la quiero, porque la quiero mucho y por eso la llamo Alma'

Y supongo que aún por ti, sólo por ser quién eres tú (y en eso no deseo mentirte) mataría a Anouk. Y a ti, por supuesto, de quererlo. Más que a nadie a ti. Bastaría con que lo leyera en tus ojos como tantas otras cosas que me has hecho leer en ellos, sobre todo el dolor: 'Tú también has compartido conmigo una almohada en el infierno'. La ausencia de soledad. La promesa de la plenitud... Y los dos moriríamos, sólo que yo moriría dos veces: una contigo y otra sin ti. Me aterra la idea de tu muerte. Me aterra más la idea de tu muerte que la muerte en sí. Sólo quería que lo supieras.

-i- Anouk me importa

-i-     Anouk me importa

Anouk tiene 10 años y no he conocido nunca a nadie como ella. Se me ha metido en la piel y dice que quiere ser astrónoma, así que aprenderá a leer en las estrellas fijas no sólo los nombres o las desgracias o fortunas que desde siempre van asociadas a ellas, lo que yo conocí...

y así dirá Algol, Aldebarán, Altair y me enseñará algo más allá de lo que nunca descubrí en Las Pléyades, algo más cierto o más incierto pero sin duda algo más real.

Antares, Vega, Arcturo, Achernar nos están esperando.